Cayó la mascarilla en los espacios al aire libre y aunque sea a medias, esa nueva realidad nos dejará ver en los rostros los cambios esculpidos por la muerte, la enfermedad, el miedo, el empobrecimiento o la angustia de estos meses. De todas formas, pocos se atreven a quitársela. No es para menos. Las nuevas variantes y los más de 10 mil nuevos contagios de la última semana invitan seriamente a la prudencia, mientras la patronal clama para abrirlo todo.
Comenzamos también a ver rostros de lucha que recuperan la calle. En Cartagena, Murcia, contra el asesinato a manos de un exmilitar de extrema derecha de Youanes Bilal, ciudadano marroquí de 39 años, o contra el apuñalamiento de una mujer en la cola de un comedor social. Mil personas salieron el pasado domingo para reclamar “Stop racismo” y denunciar la tolerancia con el discurso xenófobo que domina en las instituciones controladas por el PP y Vox, tras el golpe de mano del primero. En Galicia, los marineros anuncian una guerra contra Iberdrola y su plan para sembrar el mar de molinos de viento en dos macro parques al este y al oeste del cabo Ortigal que ocuparán 130 km cuadrados y tendrán torres de 240 metros de altura. En todas las oficinas de CaixaBank, sus trabajadores vuelven otra vez a la huelga hoy martes contra un expediente que quiere dejar a 10 mil personas en la calle y a centenares de miles sin el servicio fundamental que hoy aportan las oficinas bancarias.
Al otro lado, vemos el rostro relamido del PP que tira de encuestas amigas para indicarnos que se acerca en prospección de voto al PSOE. Sin embargo, a la hora de la verdad, no es capaz de recoger ni 500 mil firmas (tiene 800 mil militantes) contra los indultos. Clama urnas para echar a Sánchez y a la vez rechaza la moción de censura que le propone C’s, porque no tiene apoyos.
Urnas también se piden en Catalunya desde hace ya mucho tiempo. Urnas para ejercer el derecho a decidir y amnistía para los más de tres mil encausados. Aunque los indultos representan un cambio, no es el que se corresponde y necesita. Toca la mesa de diálogo y por ello, el rostro de la calle del 1 y 3 de octubre de 2017 es el que debe verse ahora con fuerza. Es el del reclamo republicano sustentado en medidas sociales concretas y precisas que mejoren la vida de la gente.
Por último, esta semana, el rostro de la podredumbre cortesana que emana de los jefes del Ibex 35 y su forma de hacer negocios ha tenido una estelar aparición de la mano del ex comisario Villajero. Sus revelaciones señalan de nuevo a los responsables del BBVA, Iberdrola, Repsol y CaixaBank. El juez de la Audiencia Nacional, Manuel García-Castellón, los investiga por delito continuado de cohecho activo y supuestos delitos contra la intimidad y falsedad en documento mercantil. Entre ellos Fernando Becker, cercano al PP y ex alto cargo en Castilla y León.
Se cierra el círculo. Limpiar exige aires de desinfectante republicano. El que se reclama en Catalunya, el que pide igualdad y derechos en Murcia, el que expresa la defensa del territorio en Galicia o el que exige empleo digno en CaixaBank.