Declaración de La Aurora
¡El gobierno y el presidente español ¡culpables!
¡Las vidas negras importan!
Este viernes unas dos mil personas subsaharianas intentaron entrar a la frontera de España con Marruecos. Es solo el inicio de nuevas avalanchas desde pueblos expoliados y empobrecidos. El asalto fue, según los medios, más violento que en otras ocasiones, usando palos e incluso cuchillos artesanales, por lo que habrían muerto también algunos policías marroquíes. Lo que no dicen la mayoría de medios, según ATTAC y CAMDT Marruecos, AMSV y AMDH, asociaciones marroquíes, junto con Caminando Fronteras, es que: “desde hace un año y medio, las personas que migran a Nador se han visto privadas del acceso a medicamentos, a asistencia sanitaria, han visto cómo quemaban sus campamentos y saqueaban sus propiedades, destrozaban sus escasos alimentos e incluso les confiscaban la poca agua potable que tenían a su disposición”. Ahora mismo, tras el asalto, la policía y ejército marroquí ha traslado a centenares de personas subsaharianas a centenares de kilómetros de Nador.
La cruda realidad con las imágenes de centenares de cuerpos amontonados a los pies de la valla de Melilla, llenos de sangre, algunos con los miembros rotos y los cuerpos tumefactos, otros inconscientes y todos mezclados con personas muertas no dejó a nadie indiferente. La ciudadanía salió a las plazas llena de indignación para reclamar justicia y para negarle impunidad a la policía marroquí y a su cómplice, la Guardia Civil española. La respuesta del presidente Sánchez a la brutalidad e inhumanidad represiva fue felicitarse por la colaboración policial, hablar de “mafias”, de “asalto violento” y de “ataque a la integridad territorial”. ¡Había 37 personas muertas a golpes! Vergüenza. Insensibilidad colonial de mayoría blanca imperialista. El viernes se vulneró en Melilla toda la legalidad internacional, el derecho a la protección internacional, la posibilidad de acceder a la frontera, el deber de auxilio y socorro. Nada quedó en pie, salvo la valla del oprobio.
La policía marroquí ha violado la ley internacional asesinando a personas que sólo pretendían entrar al único espacio donde podían pedir asilo político, debido a las guerras de sus países; o al hambre, debido a la expoliación de los recursos de sus países por empresas occidentales u orientales; o por el cambio climático que provoca sequías y pérdida de cultivos y trabajos; o por desastres ambientales capitalistas que dejan sus recursos naturales y biodiversidad inservibles. La mayoría de las personas vienen de Sudán, país en conflicto bélico.
Más aún: la policía marroquí ha penetrado en la frontera entre Melilla y España, con la colaboración de policía y guardia civil española, para llevarse en caliente a refugiados e inmigrantes hacia territorio marroquí. La violación de las leyes internacionales no importa al gobierno “progresista” de Sánchez, quien ha defendido esta colaboración y coordinación policial asegurando que “las mafias son las responsables de lo ocurrido en la frontera”. Los refugiados que han logrado entrar lo niegan afirmando que es la desesperación de años de espera lo que los ha llevado a una lucha unida de todos ellos. Afirman que son más los muertos y denuncian: “¿Dónde es que las vidas de los negros importan, aquí en Europa?”
El secretario de la Unión Europea ha apoyado la actuación del gobierno de España, que “defiende las fronteras” de Europa. Justo hace apenas una semana Bruselas alertaba sobre migraciones masivas desde el norte de África por una “hambruna catastrófica”, agravadas por el bloqueo por parte de Rusia de la exportación de cereales de Ucrania. También la OTAN ha incluido por primera vez en la hoja de ruta de la OTAN para la próxima década, la defensa de “la soberanía e integridad territorial” de los países aliados como misión fundamental de la organización.
La historia muestra que ni la represión del terror policial, ni el pisotear los derechos básicos de las personas, ni el racismo, ni los asesinatos, ni las leyes discriminatorias de extranjería o contra la inmigración y la gente refugiada, pararán los flujos migratorios.
Así estos asesinatos y política de “Europa fortaleza”, justo cuando se celebra la cumbre de la OTAN en Madrid, muestran que los verdaderos culpables de lo ocurrido son nuestros gobiernos imperialistas y colonialistas, empezando por España. Su forma de “prepararse” para el futuro es racista, colonialista y militarista. Es decir, una política de violencia y guerra permanente.
Ahora la indignación debe transformarse en propuesta política y movilización. Acción masiva en la calle, en cada barrio y pueblo, y en el propio Congreso de los Diputados, ante el defensor del pueblo, el Parlamento Europeo y los organismos internacionales de derechos humanos. En segundo lugar, aumentando el apoyo a la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) a favor del proceso de regularización extraordinaria de 500 mil personas que ya está en marcha. Hay que derogar leyes que amparan el racismo institucional como la de Extranjería. Hay que defender un camino seguro para quienes huyen. El trámite de pasar una frontera no tiene por qué ser sinónimo de muerte.
Ante todo ello exigimos:
* Investigación internacional independiente, con implicación de la ONU, de las muertes y heridos ocasionados el 25 de junio en la frontera española.
* Regularización extraordinaria de las 500.000 personas refugiadas que se encuentran en España, tal como piden diferentes organizaciones y ONG.
* Derogación de la ley de extranjería.
* Fuera el tratado Marruecos-España que niega el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui a cambio de ejercer la mayor violencia para impedir la llegada de personas refugiadas e inmigrantes.
La Aurora (organización marxista)
28 de junio de 2022